Aumentan un 5% en 2 años los hogares sin calefacción por culpa de la crisis

  • Detectan el auge de la pobreza energética en España, una problemática casi desconocida.
  • 2,5 millones de familias no pueden calentar sus hogares este invierno por falta de recursos.
  • Supone la incapacidad de mantener el hogar a una temperatura de 18-20 grados.
  • El frío influye en la salud y causa más de 2.300 muertes prematuras cada invierno.
Gladys y su marido, que este año han pedido mantas a Cruz Roja para pasar mejor el invierno.
Gladys y su marido, que este año han pedido mantas a Cruz Roja para pasar mejor el invierno.
Miquel Taverna
Gladys y su marido, que este año han pedido mantas a Cruz Roja para pasar mejor el invierno.

En su casa Toni Muñoz enciende la calefacción una semana sí y otra no. "La pongo solo cuando tengo a la niña", explica Muñoz —separado y con la custodia compartida de su hija—. "Si ella no está, tiro de mantas y jersey", reconoce este bombero forestal madrileño, especialista en llegar en helicóptero a los fuegos en las situaciones más críticas cada verano, pero que este invierno tiene que reducir al máximo sus gastos al peligrar su plaza en el servicio de extinción de incendios por los recortes.

El caso de Muñoz no es aislado. Él explica que tiene varios amigos con "dificultades" económicas que también han desempolvado las "mantas de la abuela" para rebajar la factura de la luz. Otros buscan alternativas más económicas para no dar la luz o el gas, como la bombona y la catalítica o los 'pellets' (biomasa). Y le cuentan que "en los pueblos" se quema más leña que nunca en chimeneas y salamandras. Mantas, leña y frío..., es lo que los expertos llaman el auge de la pobreza energética. De hecho, en Grecia la contaminación en las grandes ciudades se ha triplicado por el uso de leña para la calefacción.

La Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) —pionera en estudiar esta problemática poco conocida en España pero cada vez más extendida— calcula que este invierno más de 2,5 millones de familias, el 15% de los hogares, no calientan sus viviendas de forma adecuada (18-20 grados) por falta de recursos con los que pagar las facturas.

Facturas sin pagar

José Luis López, director del proyecto 'pobreza energética' de ACA,  confirma que el número de pobres energéticos ha crecido un 5% en solo dos años, espoleado por la reducción de los ingresos de las familias a causa del paro y por el encarecimiento de la energía (en enero sube la luz un 3%, en julio pasado ya subió un 7%). Muchos hogares han vuelto a la bombona de butano (se consumieron 80 millones en 2011).

Las compañías de la luz, el gas y el agua no tienen costumbre de facilitar datos sobre morosos. Intrum Justitia, multinacional sueca encargada de cobrar los impagos de Endesa, entre otras compañías, ha realizado un estudio que arroja una subida en el último año del 1,5% al 1,8% de las pérdidas por impago en las cuentas de las suministradoras de energía y agua. "Es un nivel bastante bajo", advierten, "en parte porque es difícil vivir sin agua o sin energía, pero la recesión ha hecho que la mayoría de las empresas noten mayores retrasos en el pago por parte de sus clientes".

En Cruz Roja saben bien qué ocurre si no se paga el recibo. En dos meses, llega el corte del servicio. Lidian con ello a menudo. El 43% de las personas que atienden no pueden costearse la calefacción, según su última memoria. Son más de un millón de personas sin ingresos, explica José Javier Sánchez, responsable de inclusión social de la ONG. Además, cada vez gente que antes tenía una situación "normalizada" entra en riesgo de pobreza por la pérdida del empleo.

Mantas sí, estufa no

Sánchez identifica tres factores que agravan la pobreza energética en España: la precariedad laboral, la mala calidad de las viviendas (aislamiento/humedades) y la subida de los precios de la energía.

En Cruz Roja han implantado este año por primera vez una ayuda específica a los afectados de pobreza energética. Además de ayudar a pagar algún recibo a familias con necesidades y educar en el consumo más responsable, distribuyen estufas y mantas en plena campaña invernal.  "Cada vez más nos dicen que sí a las mantas y no a las estufas, porque no pueden pagar los recibos", explican en Cruz Roja.

Gladis, 70 años, y su esposo, con alzheimer, son beneficiarios del programa de asistencia de Cruz Roja. A su piso de Cerdanyola del Vallés (Barcelona) los voluntarios han llevado este invierno mantas para la familia, así como una estufa para que el enfermo de la casa no pase frío.

Los expertos, que piden que se tenga en cuenta la eficiencia energética en las nuevas construcciones, alertan de las graves consecuencias para la salud de ser pobre energético. La falta de calor en el hogar "causa incluso más muertes que los accidentes de tráfico, a ella se pueden atribuir de orden de 2.300 de muertes prematuras cada invierno", aseguran.

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