La crisis económica dispara el sentimiento nacionalista e independentista en toda la UE

  • Regiones tradicionalmente prósperas de España, Bélgica y Gran Bretaña ven en la separación la única solución a sus problemas.
  • En todos los casos dan por hecho que se convertirán en una nación de la UE.
  • La CE relaja el tono y explica que solo se pronunciará si lo pide un país.
Cataluña, Irlanda del Norte, Escocia y Flandes, cuatro ejemplos de nacionalismos independentistas en Europa.
Cataluña, Irlanda del Norte, Escocia y Flandes, cuatro ejemplos de nacionalismos independentistas en Europa.
AGENCIAS
Cataluña, Irlanda del Norte, Escocia y Flandes, cuatro ejemplos de nacionalismos independentistas en Europa.

La actual crisis económica que está sufriendo con especial dureza la UE ha disparado el sentimiento nacionalista en un buen número de países comunitarios. Regiones tradicionalmente prósperas de España, Bélgica, Gran Bretaña e Italia, entre otras naciones con movimiento independentistas, ven en la separación la única solución a sus problemas.

"Cataluña solo sobrevivirá con la independencia", dijo este fin de semana el presidente catalán, Artur Mas, en el Consell Nacional de CiU, donde volvió a ser proclamado candidato a presidir la Generalitat por cuarta vez consecutiva. "Este gobierno que no hace más que gravar y que no está apoyado por una mayoría de flamencos es inaceptable; hay que acabar con esto”, afirmó el líder independentista flamenco, De Wever, minutos después de ganar las elecciones en Amberes (capital económica del país y bastión del socialismo belga)."La independencia hará de Escocia una sociedad más próspera y justa", aseguraba por su parte el principal ministro escocés, Alex Salmod, tras firmar un acuerdo histórico con el primer ministro británico para celebrar un referéndum vinculante sobre la independencia escocesa en 2014.

Declaraciones que tienen como principal objetivo la separación de las regiones más pobres, consideradas por los nacionalismos un lastre para salir de la actual situación económica. Eso sí, independencia pero bajo la protección de la Unión Europea. En todos los casos los líderes independentistas dan por hecho que con la división se transformarán en un nuevo estado comunitario casi de forma automática. Prueba de ello es la pregunta que quiere hacerle a los catalanes Artur Mas si sale elegido en las elecciones del próximo 25 de noviembre: "¿Quiere que Cataluña sea un nuevo estado de la Unión Europea?".

Desde Bruselas, la Comisión Europea –que hasta ahora se había mostrado tajante con este tema recordando a Cataluña, hace un mes, que fuera de España no formaría parte de la UE- tachó este lunes los casos de Flandes, Escocia y Cataluña de "situaciones hipotéticas". La fuerte tensión que se vive en estos países hizo que la portavoz de la UE suavizara el tono y explicara que la CE solo se pronunciará si un país se lo solicita.

Entre 70 y 80 movimientos nacionalistas

Estas regiones mencionadas no son las únicas de la Unión Europea donde el sentimiento nacionalista está aumentando a marchas forzadas. En realidad, pocos países del viejo continente -por no decir ninguno- no tienen entre sus formaciones políticas algún grupo con ideales separatistas. Algunos estudios hablan de entre 70 y 80 movimientos.

Recordemos el movimiento francés que aspira a la independencia de la isla de Córcega y que se denomina nacionalismo corso. Francia y España comparten las aspiraciones nacionalistas vascas (que abarcaría parte de los Pirineos franceses, el País Vasco y la Comunidad Foral de Navarra) y catalanas. Por lo que concierne a Italia el más importante es el nacionalismo siciliano. Sus militantes postulan que están hartos de las regiones corruptas del sur del país.

En el Reino Unido habría que destacar el nacionalismo irlandés, que aspira a que Irlanda del Norte se una de nuevo a Irlanda y que en la isla haya solo un mismo país. En cuanto al nacionalismo escocés, realizará un referéndum en 2014 para conocer si sus ciudadanos quieren separarse de Inglaterra. El primer ministro británico, David Cameron, y el principal ministro escocés, Alex Salmod, se comprometieron a respetar el resultado de la consulta.

"Si perdemos la unidad seremos más débiles"

"Es lógico y no es nada nuevo, al contrario. Europa se ha construido sobre minorías ideológicas. Por ello, siempre que aparece un problema se tiende a buscar la solución en la separación", explica a 20 minutos Rafael Calduch Cervera, doctor en Ciencias Políticas y Catedrático de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid. Para Calduch, la crisis de deuda no se solucionará con la independencia en ninguno de los casos: "Si perdemos la unidad seremos más débiles ante las exigencias de los mercados y cada vez nos será más difícil controlar la situación".

Este experto en ciencias políticas no entiende como el presidente catalán, que tiene tantos problemas para financiar su deuda, pretende hacerlo abandonando el Estado español y, por ende, dejando a un lado la segunda moneda más fuerte detrás del dólar. "Este es el principal problema. Mas no apela al raciocinio de los catalanes en ese asunto, se centra en movilizar el sentimiento nacionalista, que está claro que existe, pero que en estos momentos traería a la comunidad catalana más dificultades a la dificilísima situación que atraviesan. La solvencia catalana ha sido calificada como 'bono basura', su Gobierno (CiU) ha tenido que pedir un rescate de 5.000 millones de euros al Gobierno y el paro sigue subiendo”, explica.

Aunque para Claduch, el referéndum catalán –de llevarse a cabo- debería realizarse más adelante con una situación económica más estable. Cuando llegue ese momento, explica, se debería hacer con un gran clima de negociación entre el Gobierno catalán y el Estado español. "Artur Mas ha roto cualquier clima de negociación posible por lo que, en mi opinión, se ha descartado automáticamente para poder llevar a cabo la consulta catalana", aseveró.

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