Melilla ha vivido una madrugada de máxima alerta en la valla fronteriza por la presencia de cientos de inmigrantes en las proximidades del perímetro.

Según han informado  fuentes policiales, la madrugada ha sido tensa, ya que se han detectado grupos de entre 200 y 300 subsaharianos en las zonas cercanas a la ciudad autónoma.

La colaboración de la policía marroquí ha sido clave para abortar los intentos de entrada, según las fuentes.

En el perímetro fronterizo, se ha reforzado la presencia policial con efectivos de la Guardia Civil, que han contado con el apoyo durante la noche de un helicóptero del instituto armado.

En la Jefatura Superior de Policía decenas de inmigrantes de los que el martes consiguieron entrar a la ciudad se concentran en la puerta para realizar el trámite administrativo marcado en la vigente Ley de Extranjería.

En las últimas 48 horas se han producido tres asaltos a la valla; dos el martes, y uno el lunes, en el que pasaron unos veinte inmigrantes. Se calcula que el número total de subsaharianos que ha conseguido acceder a territorio español supera el centenar, algo que ha sido calificado por la Delegación del Gobierno como "una invasión en toda regla". El último intento de asalto tuvo lugar la noche del martes, alrededor de las 23 horas en la zona de Barrio Chino, aunque en esta ocasión fueron repelidos por la policía marroquí.

El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) albergaba el día antes de que se produjera el último asalto casi 800 inmigrantes, una cifra que se verá incrementada considerablemente y que está muy por encima de su capacidad real que es de 480.